domingo, 12 de febrero de 2017

MIRAR TU CARA EN UN ESPEJO

Cuando era más joven, miraba mi rostro en el espejo pero sin parar a observarlo. Dedicaba el tiempo justo para ver cómo me pintaba, si la blusa iba acorde con la falda, si el maquillaje era el esperado…

Me he dado cuenta que casi me ponía más delante del espejo para criticarme que para elogiarme. Cuando te miras al espejo ¿Qué buscas, De qué huyes?
Os voy a proponer un ejercicio muy sencillo que sirve para aumentar la autoestima.
Ejercicio del espejo:
  • Elije un determinado momento de tu día y en el cual puedas estar solo. Esto te ayudará a no caer en el ruido de pensar qué dirán los demás si te vieran. Rompemos las posibles autocriticas iniciales.
  • Dedícate unos minutos a mirarte al espejo en silencio. Estás con tu mejor amiga, contigo. Concédetelo.
  • Piensa en todo aquello que te hace tener baja autoestima. Transfórmalo en positivo. Refuérzalo con frases dichas en voz alta ¡.Aunque tengo caderitas anchas, que bien proporcionada estoy!...Aunque tengo un poco de tripita, ¡me encantan mis labios! Habrá partes de tu cuerpo que te gusten menos pero también aprende a resalta y alabar aquellas de las que te sientas seguro. Todos somos atractivos, recuérdatelo.
  • Si lo que están provocando tu inseguridad son problemas en el trabajo, repítete que eres capaz de tener éxito en tu profesión. Lo valiosa/o que eres.
  • Si estás teniendo problemas en las relaciones interpersonales, repítete en voz alta que eres capaz de cometer errores, aprender, perdonarte y perdonar.
  • No temas en sacar aquello que te haga sentir insegura/o. Aprende a decírtelo en voz alta. Te ayudará a identificarlo mejor. Al verbalizarlo notarás que va perdiendo fuerza.
  • Trata de hacerlo durante veintiún días seguidos e esta manera lograrás anclarlo como habito.

Me he dado cuenta que pasamos mucho tiempo con nosotros y que poco lo apreciamos. Tendemos a no cuidarnos y huir de amarnos. Todas las mañanas cuando me levanto, me asomo al espejo, me doy los buenos días con una sonrisa y me mando un beso.
Solo es un ejercicio, nada pierdes por intentarlo. Lo mismo te sorprende lo mucho que puedes ganar. 
Eres el único responsable de cómo decides vivir tu día a día.